sábado, 27 de noviembre de 2010

La Alhambra de Granada: El Patio Dorado




Por él se accedía a la sala llamada Cuarto Dorado.
Construido por Mohamed V, hijo de Yusuf  I, presenta una decoración muy rica en toda la fachada, con zócalo de cerámica, y atauriques y decoraciones epigráficas, incorporando un bello alero de madera. 
En ella se abren dos puertas, la de la derecha daba acceso a las dependencias familiares y la de la izquierda a la zona oficial del palacio, siendo por ésta por donde actualmente se continúa la visita turística.
El patio se halla enlosado en mármol y en su centro incorpora una fuente baja empotrada en el suelo dentro de un polígono octogonal; la pileta tiene forma de concha e incluye un surtidor de agua.
Igualmente, la fachada contraria, conformada por una galería de 3 arcos soportados en columnas nazaríes con bellos capiteles, presenta una rica decoración con yeserías de sebka, epigrafías y atauriques; en su planta primera un bello ventanal geminado con celosías de madera y decoración de yeserías.

AREDIS
Noviembre 2010




























La Alhambra de Granada: Sala del Mexuar



Era la sala donde se administraba justicia; situada en la zona pública de la Alhambra a la que se accedía por la Puerta de La Justicia.
Su decoración fue modificada por Carlos V y Felipe IV, este último convirtió esta sala en una capilla privada y por ese motivo se construyó una balconada.
A destacar las columnas nazaríes de fino fuste de mármol, los techos adintelados en madera soportados sobre ménsulas del mismo material con decoración de mocárabes, zócalo con motivos geométricos de cerámica alicatada de colores azul, verde y rojo y muros decorados con yeserías.

AREDIS
Noviembre 2010


ENTRADA AL MEXUAR


INTERIOR DEL MEXUAR 1

INTERIOR DEL MEXUAR 1 -DETALLE

INTERIOR DEL MEXUAR 2

INTERIOR DEL MEXUAR 3 -ARTESONADO

ORATORIO DEL MEXUAR








sábado, 11 de septiembre de 2010

La Alhambra de Granada: Palacio de Comares





El Palacio de Comares está compuesto por el Salón de Embajadores, La Sala de La Barca y El Patio de Los Arrayanes.

Salón de Embajadores
Situado en el interior de la torre de Comares era el centro simbólico del poder nazarí. De planta cuadrangular con 11,30 m. de lado y 18,20 m. altura, es la sala más majestuosa y refinada del palacio. En ella se encontraba el trono y se realizaban las recepciones oficiales de los monarcas.
Este salón de la Alhambra era el centro simbólico del poder nazarí, que se pone de manifiesto en el refinamiento y esplendor de la decoración. Se abre en el interior de la torre de Comares. Es la sala más espaciosa y aquí se celebraba el gran consejo presidido por el rey en presencia de todos los grandes del reino: visires, ulemas, alcaide, capitanes. También era usado para recepciones de embajadores u otras personas de alto rango. 
La sala está comunicada con la de la Barca por un doble arco y el resto de las paredes presentan cada una tres arcos que dan a tres camarines abiertos en el espeso muro de 2,5 metros de grosor, con balcones gemelos y ventanas encima.
Primitivamente tuvo suelo de mármol, aunque hoy día es de losetas de barro; se puede observar en el centro el escudo de los Alamares, realizado en azulejos en el siglo XVI.
Un artesonado de lazo cubre el interior de la cámara que está rodeada por un zócalo de piezas vidriadas formando figuras geométricas, sobre el que discurre una bellísima decoración de atauriques que combinan los elementos geométricos y vegetales con gran armonía.
La sala se halla rematada por una cornisa de mocárabes pintados.

Patio de los Arrayanes
Patio de los Arrayanes
Conocido también como patio de la Alberca o de Comares, es un patio clásico, de estilo arábigo, con una gran alberca rodeada por macizos de arrayán, motivo por el cual mayoritariamente se le denomina como Patio de los Arrayanes.
Dos piletas de mármol en lados opuestos de menor dimensión vierten sus aguas en el estanque donde se reflejan las construcciones: dos pórticos de 7 arcos semicirculares, mayores los centrales, decorados con paños de yeso calados. Sobre el pórtico sur se elevan 2 plantas, la primera con siete ventanas de celosía de madera y la restante con galería porticada. Desdichadamente las dependencias éste pórtico quedaron destruidas al construirse el Palacio de Carlos V adosado al mismo. 


AREDIS,
 Setiembre de 2010



Patio de los Arrayanes, al fondo la Torre de Comares


Patio de los Arrayanes


Patio de los Arrayanes



Patio de los Arrayanes



Patio de los Arrayanes



Patio de los Arrayanes



Patio de los Arrayanes - Adosado, el Palacio de Carlos V



Decoración Nazarí



Puerta lateral en el Patio de los Arrayanes



Reflejos en el Patio de los Arrayanes


Salón de embajadores


Salón de Embajadores





Bóveda de Mocárabes

Salón de Embajadores



miércoles, 1 de septiembre de 2010

La Alhambra de Granada: Patio de Los Leones



LOS LEONES, DESPUÉS DE LA RESTAURACIÓN ACTUAL
Rodeado por una galería soportada por 124 columnas nazaríes cuyos capiteles, de variados diseños, simulan un oasis de palmeras, se abre el espacio donde se encuentra la famosa fuente que le da su nombre: un surtidor de mármol, sostenida a lomo de doce leones que escupen chorros de agua por sus bocas. El agua se esparce por cuatro angostos canales rumbo a los cuatro puntos cardinales
Los doce leones son como los doce soles del zodíaco, los doce meses que en la eternidad existen todos simultáneamente. La pila que sostienen simula el mar...
Primitivamente en su interior se albergaba un frondoso jardín de flores y naranjos donde aparte de respirar los diversos aromas se podía escuchar el canto de las aves, intentando representar una premonición de la tierra primitiva.
En una diapositiva podrán encontrar la imagen en la que se analizan los diferentes elementos de la elegante y refinada decoración nazarí plasmada en sus galerías.

Aredis, setiembre de 2010



Arte Nazarí (ver ampliación)





martes, 31 de agosto de 2010

La Alhambra de Granada: Introducción


PATIO DE LOS ARRAYANES


PATIO DE LOS LEONES

La Alhambra, denominada así por sus muros de color rojizo (“qa'lat al-Hambrá”, Castillo Rojo), emerge sobre Granada recortándose entre los Picos de Sierra Nevada, situada en lo alto de la colina de al-Sabika, en la margen izquierda del río Darro, al este de la ciudad, frente a los barrios del Albaicín y de la Alcazaba.
De la fortaleza denominada con ese nombre, La Alcazaba, se tiene constancia por primera vez en el siglo IX, cuando en 889
Sawwar ben Hamdun tuvo que refugiarse en ella y reparar sus dependencias que habían resultado muy deterioradas debido a las luchas civiles que azotaban por entonces al Califato cordobés, al que pertenecía Granada.
Posteriormente, este recinto empezó a ensancharse y a poblarse, aunque no hasta lo que sería con posterioridad, en el momento en que los primeros monarcas ziríes fijaron su residencia en lo que posteriormente sería El Albaicín.
A pesar de su incorporación al recinto amurallado de la ciudad en el siglo XI, lo que la convirtió en una fortaleza militar desde la que se dominaba toda la ciudad, no sería hasta el siglo XIII con la llegada del primer monarca nazarí, Mohamed ben Al-Hamar (Mohamed I, 1238-1273) cuando se fijaría la residencia real en La Alhambra. Este hecho marcó el inicio de su época de mayor esplendor.Primero se reforzó la parte antigua de la Alcazaba, y se construyó la Torre de la Vela y del Homenaje y se comenzó la construcción del palacio y del recinto amurallado que continuaron Mohamed II (1273-1302) y Mohamed III (1302-1309), al que también se le atribuyen un baño público y la Mezquita sobre la que se construyó la actual iglesia de Santa María. Igualmente se realizaron las obras para el abastecimiento de agua desde el Río Darro.
A Yúsuf I (1333-1353) se le atribuye la construcción de la zona conocida como Cuarto de Comares, formado por el Salón del Trono y el Patio de los Arrayanes, y a Mohamed V (1353-1391) el Palacio de los Leones y sus dependencias anexas, la Sala de los Abencerrajes y la sala de las Dos Hermanas. Estos monarcas fueron los impulsores de la inmensa mayoría de las construcciones de la Alhambra que han llegado a nuestra época.
Además de las anteriores descritas también les son imputables la reforma de la Alcazaba y los palacios, la ampliación del recinto amurallado, la Puerta de la Justicia, la ampliación y decoración de las torres, la construcción de los Baños, la Sala de la Barca... De los reyes nazaríes posteriores no se conserva prácticamente nada.
Expuesto lo anterior resulta evidente que La Alhambra no fue concebida como proyecto único, sino dependiendo de las diversas intervenciones de los reyes nazaríes, lo cual explica la aparente falta de conexión arquitectónica entre los distintos edificios. Ello no obsta para que el resultado final suponga la máxima expresión del arte áulico, el propiciado por los poderes políticos y religiosos, en España, que proyecta en la península las influencias de los palacios persas y bizantinos.
A pesar de la pobreza de los materiales empleados en las edificaciones de la Alhambra, tales como los ladrillos, yesos, estucos, maderas, etc., todos de fácil manipulación, sin embargo presenta una esplendorosa decoración que tendrá influencias artísticas posteriores tanto en el Norte de África como en el Arte Mudéjar.
El conjunto comprende un número considerable de dependencias que atendían a funciones tanto militares (Alcazaba, torres, murallas, viviendas) como edificios de uso público institucional (Sala de Audiencias), residencias para los Soberanos (Sala de las Dos Hermanas, Mirador de Lindaraja, Torre de la Cautiva...), otras viviendas para súbditos preferentes, y las más importantes anteriormente referenciadas Cuarto de Comares, compuesto por el Salón del Trono y el Patio de los Arrayanes, el Palacio de los Leones, donde sobresalen la Sala de los Abencerrajes y la de las Dos Hermanas, y los jardines de El Partal.
Su zona anexa, El Generalife, destinada a descanso veraniego de los monarcas, condensa los preceptos de la jardinería árabe, sucesivos recintos amurallados con vegetación, con un estanque en el centro, llamados patios, destacando los de La Acequia y el Patio de los Cipreses.
Utilizando unas fotografías amablemente cedidas por el joven matrimonio formado por mis sobrinos vallisoletanos Silvia González Bazán y Alberto Clavero Ríos, tomadas con excelente técnica en el transcurso de un reciente viaje turístico a Granada, pretendo realizar algunas sencillas y breves presentaciones sobre una parte de las maravillas contenidas en la Alhambra y Generalife.